¿Vivimos en la “modernidad” o en la “posmodernidad”? En el latín clásico, la palabra modo significaba “simplemente” o “justo”, y modernitas significa “el día presente.” Aquellas personas que vivieron en la última parte del Siglo V, usaban la palabra modernus para distinguir al presente, oficialmente cristiano, del pasado romano. Las personas del Siglo XII también se consideraban modernas, del mismo modo que en la Francia del Siglo XVII. (Véanse Jürgen Habermas, “Modernity versus Postmodernity.” The New German Critique, no. 22, invierno 1981, 3-14). Si la palabra “moderno” implica la connotación de la conciencia del presente sobre algo que actualmente se percibe como pasado, entonces, en cualquier momento dado, la “modernidad” es una designación posible para el pasado, el presente, e incluso para un periodo futuro.
Hay razones para identificar un movimiento fuera de lo pre-moderno, la cultura clásica (“modernidad anterior”) dentro de la era moderna (“modernidad posterior”). Si uno por “modernidad” quiere decir cosas como aceptar la Revolución Copernicano, escribir y enseñar en lenguajes modernos, utilizar tecnologías modernas, entonces tal vez estamos viviendo en un mundo moderno.
Del mismo modo, hay razones para afirmar que nos hemos movido más allá de la “premodernidad” y la “modernidad” hacia la “postmodernidad”. Si lo que uno quiere significar por “postmodernidad” se refiere a la crisis que marcó el comienzo de nuestro inexorable mundo plural, por medio del fin de las meta-narrativas de conocimiento especulativo ilimitado y de practicas emancipatorias ilimitadas –las grandes ilusiones de Hegel y Marx respectivamente- junto con la “crisis de legitimación” en la institución de la universidad que en el pasado recaía en la metafísica, entonces tal vez estamos viviendo en un mundo postmoderno (véase Jean-François Lyotard, The Postmodern Condition: A Report on Knowledge trans. by Geoff Bennington and Brian Massumi, Minneapolis: University of Minnesota Press, 1984).
Todavía, si a lo que nos referimos con “modernidad” se refiere a diferenciaciones de conciencia en la lingüística, literatura, sistemática, científica, erudita e introspectiva, así como de la transformación de los significados y de la transvaluación de los valores que los hacen posibles, entonces estamos viviendo en la “pre-modernidad” (véase Bernard Lonergan, "Dialectic of Authority," A Third Collection, edited by F.E. Crowe, New York: Paulist Press, 1985, 5-12).
“Si lo que queremos decir con…” ¿Qué quiero decir con quiero decir? ¿Qué está mediando mi significado?, mi significado (my me-ning) ¿Acaso soy perro correteando mi propia cola?
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