viernes, 10 de diciembre de 2010

"Happy Christmas"


So this is Christmas
And what have you done
Another year over
And a new one just begun
And so this is Christmas
I hope you have fun
The near and the dear ones
The old and the young
(“Happy Christmas,” John Lennon and Yoko Ono)

Entonces, esto es la Navidad… y ¿qué has hecho? ¿Qué he hecho? ¿Qué hemos hecho? Otro año ya pasó… no puedo creerlo.

¿Qué he hecho? He trabajado menos (¡excelente noticia!)… con la ayuda de una alumna LHCS, he terminado la traducción de Introducing Critical Thinking (publicación principios de 2011)… he lanzado este blog spot y estoy colaborando con colegas en DF, Puebla y Bogotá en lanzar un sitio internet “Lonergan en Latinoamérica”… he vuelto a dar talleres a maestros de inglés… he sobrevivido otro semestre académico…

Y a ti, ¿cómo te fue el año pasado? ¿Has aprendido algo nuevo? ¿Cómo ha cambiado el "todo" lo que conoces, esperas, sueñas, amas, quieres y anhelas, eso todo que “está de una manera en ti … está presente y operativo … pero está oculto tras bambalinas.” (Insight, 342) ¿Te has vuelto un desconocido comparado con el tú del año pasado? ¿Cómo ha crecido el bebé? ¿Cuál bebé? “You and me, baby.”

Cuando tenía 21 años trabajaba como un “dorm counselor” (un alumno de tercer año que vive en el dormitorio con alumnos de primero y segundo año y que es responsable de mantener el “bien de orden,” ja, ja, ja) en la Universidad Loyola Marymount, Los Ángeles, donde hice la licenciatura. La directora nos puso un trabajo para las vacaciones de Navidad, se llamaba un “growth contract,” es decir un compromiso para crecer. Cada quien tuvo que definir su compromiso de ampliar su horizonte. Escogí coser una chaqueta de plumones en la máquina de coser de mi mamá. La chaqueta me salió más o menos. Todavía puedo recordar la máquina, los pedazos de material, las bolsas de plumones y el lugar de la casa donde cumplí mi compromiso. Quién sabe que pasó con la chaqueta, pero supongo que en un lugar u otro hay una foto del joven James estrenando orgullosamente su chaqueta azul.

¿Qué haces en las vacaciones para crecer y volverte un desconocido? ¿Presionas el botón “pausa” para leer, ver unas películas, reflexionar y recordar? En una semana volaré del D.F. a Philadelphia para estar con mis hermanas, cuñados y sobrinos. Arreglaremos los adornos en el árbol de Navidad, escucharemos villancicos, veremos películas, pasearemos en coche para ver las luces de Navidad, iremos a la misa de Navidad y comeremos mucho, sobre todo el día 25 cuando estarán los familiares de mi cuñado y algunos míos.

Los momentos con mis sobrinos Madison y E.J. son importantes, pues ellos me ayudan a recordar “what it is all about” – bailar, jugar, leer libros y reir a carcajadas. Mi sobrina, Madison, es una niña bailarina, y me fascina verla bailar. Seguramente bailaremos juntos, no una vez, sino muchas veces, no sólo en la casa, sino también fuera. E.J., por otro lado, va a querer jugar con coches o nave cohetes y luchar, y cuando salgamos a un restaurante o al parque, él va a coquetear con meseras y señoritas. Los dos son niños amados, queridos y bendecidos. No sé si los dos vayan a querer leer libros con su “Uncle Jimmy” o dormirnos juntos en la cama, pero en todo caso habrá momentos cuando todo en la casa estará en calma y todo será brillante (“all is calm, all is bright”).

Quizá este sea el mejor regalo -- estar con los pequeños donde todo está en calma, todo es brillante. En la profundidad de mi ser y, me imagino, también del tuyo querido lector, queremos creer que “all is calm, all is bright” y experimentarlo integral- y verdaderamente. Es difícil creerlo porque sabemos que no todo en Morelia, ni el mundo, ni en la familia, ni en nuestra interioridad está en calma. Sin embargo, a pesar de las broncas, tristezas y decepciones, y a pesar de la rutina diaria en la escuela, en el trabajo y en la casa, queremos creer que el universo es amable, que alguien nos ama y que nuestro nombre está escrito en un lugar especial. Queremos creer que somos capaces de dar a luz una palabra buena y unos actos de misericordia que pueden cambiar la historia y la “her-storia.” Queremos creer que estamos embarazados, es decir capaces de participar en el parto cósmico, el abrazo cósmico y el amor cósmico. En el discurso de Diotima sobre el amor (eros), en El Banquete de Platón, hay un reverso extraño entre el embarazo (el efecto) y el deseo de reproducir (la causa): “All of us, Socrates, are pregnant in body and soul, and, as soon as we come to a certain age, we naturally desire to give birth” (El Banquete, 206c).

¿Realmente estoy embarazado? Me pregunto: “¿Cómo me embaracé? ¿Quién será la madre del bebé?” No lo entiendo, pero en la fe que sobrepasa la comprensión, canto con María: “Celebra todo mi ser la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios que me salva. Porque quiso mirar la condición humilde de su esclava.” (Lucas 1:46-47)

Feliz Navidad mi querid@, que sigamos creciendo en estos días, y que cuando nos veamos de nuevo en enero del 2011 nos podamos encontrar y amar de nuevo, siempre por primera vez.

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